El encuentro con uno mismo...
El encuentro con uno mismo es la estrategia más útil para entender y ver el futuro, a riesgo de que entre en choque con algunas filosofías, o incluso suene contradictorio, con postulados anteriores, es menester conocer el hogar donde estamos 24/7 hasta el fin de nuestros días. Podemos entender que al ver al interior y no al exterior, sabremos reconocer cuales son los pensamientos, las etiquetas, los miedos, los deseos, las pasiones y otras características del pensamiento que guían el día a día de nuestras motivaciones, metas y acciones.
Pero ¿Porque profundizar en esto, o siquiera escribirlo a pesar de lo obvio que resulta? Bueno puede responderse de manera sutil y directa ya que hoy en día la sociedad en la que nos encontramos mira mas al exterior, pensamos en ropa de moda, sofisticados artilugios con software de punta de uso diario, miramos nuestras redes sociales todo el día, en busca de escapar de nosotros mismos y dejar al piloto automático entrar y guiar nuestra mente y nuestras acciones. Solo buscamos el final, no disfrutamos el camino.
Cuando vi la película de Clic: Perdiendo el control, protagonizada por Adam Sandler, en mi humilde y amateur opinión del cine, ha sido una obra representativa de Sandler, pues muestra con claridad lo que vivimos en nuestra modernidad, querer el puesto importante, mas ceros a la derecha en nuestro cheque, y aparentar lo “exitosos” que podemos ser. No digo que tener ambiciones, sueños o metas este mal, mucho menos querer tener una cantidad mayor de dinero para satisfacer alguna que otra necesidad o deseo que queramos nosotros o nuestros seres queridos, lo que muestra la película es lo agobiante que puede llegar a ser si no es nuestro sueño y nuestra meta, sino estamos dispuestos a pagar el precio con la pasión que esto requiere, y si no es mas que una idea infundada por la sociedad, los medios y las personas que quizá nos rodean en nuestro diario vivir al pensar que este camino es el que se necesita para ser “exitoso”.
Aquí es donde quisiera empezar a preguntarme ¿En que momento nos dejamos creer que ser exitoso es quien más gana? ¿quién más títulos tiene? ¿Quién más cosas materiales posee? Para ser mas preciso, ¿En que momento le dimos tanta importancia a lo material a lo externo, dirigimos todas nuestras fuerzas al exterior y nos olvidamos de nuestro interior?
El abordaje para esta pregunta puede responderse de distintas escuelas de pensamiento ya se occidental, oriental, etc. Por ejemplo Osho describe en un paso de su yo interior, el amor a si mismo para poder amar a los demás: “Cuando no estás intentando convertirte en alguien más, entonces simplemente te relajas; entonces surge una gracia. Entonces te llenas de grandeza, esplendor, armonía ¡porque entonces no hay conflicto! ningún lugar a dónde ir, nada por qué luchar; nada que forzar, que imponer sobre ti violentamente. Te vuelves inocente.” Dejamos ocupar nuestra mente a partir de nuevos conceptos, pero esos conceptos nos lo hicieron aprender como verdad absoluta, casi religiosa, ya sea en nuestro entorno familiar, nuestro entorno religioso, laboral, académico, etc. El punto es que no desarrollamos nuestro propio pensamiento, nos dejamos ocupar de conceptos e información, que entre mas concepto tuviéramos, mas “inteligentes” éramos, se alaba al que memoriza, mas el que piensa es peligroso. La historia nos ha demostrado múltiples ejemplos de lo anterior. No me malentiendan quienes lean este post, sea uno o miles, es importante estudiar, conocer diferentes pensamientos, ideas, momentos históricos, puede ser apasionante el enterarse del amplio y vasto conocimiento que hay allí afuera, pero debemos ser críticos ante las ideas y conceptos que podamos adquirir, pues si no las ponemos en tela de juicio, sino investigamos, podemos llegar a ser tontos útiles, podemos creer que esta bien y solo asentar la cabeza y defender irracionalmente ideas y conceptos peligrosos, como ha pasado en nuestro mundo anteriormente. Todo esto lo describo para incursionar en el pensamiento, en el interior, en guardar silencio y escuchar nuestra mente, quizá este caótica, muchos pensamientos, quizá este silenciosa, quizá nos fastidie escucharnos a nosotros mismos y por eso buscamos evitarnos a través de los miles de canales, contenido de “entretenimiento” para evitar estar con nosotros mismos, cuestionarnos, enfrentarnos, tomar lo que creemos hacerlo trizas y empezar de cero, aprender a fracasar y tomar de esto una lección y llevarlo a mejorar, quizá encontramos en el exterior un tratamiento paliativo a nuestro mayor miedo: nosotros mismos.
Como mencione al comienzo de este texto, el encontrarnos con nosotros mismos puede ser tan importante para el futuro, porque nos conoceremos en verdad, buscaremos lo que en verdad nos hace felices, lo que nos motiva de verdad, a eso me refiero como la estrategia más útil, porque al final, quien decide que tipo de vida quiere llevar es uno mismo, si reflexionamos acerca de nuestros interés, gustos, nuestra personalidad, nuestra manera de ver la vida, puede que nos llevemos una sorpresa con las decisiones que hemos escogido hasta hoy, o puede que las afiancemos mas y sea nuestro norte a nuevas metas y objetivos. Por mi parte seguiré encontrándome conmigo mismo, hablarme y retar a ese ser que llevo dentro que me hace preguntarme tantas cosas, te deseo lo mismo, encuéntrate, rétate y cuestiónate.